Electricaribe, la ‘llamita’ de los apagones que prende protestas en la Costa Caribe
Indignación ciudadana por la prolongada atención de daños por parte de la empresa.
Indudablemente, el pésimo servicio de energía, por parte de Electricaribe, se ha convertido en la principal causa de los problemas de orden público en la Región Caribe.
Diariamente, y a cualquier hora, se registran protestas, bloqueos de vías, quema de llantas y hasta enfrentamientos con la Fuerza Pública.
En otros casos, las cuadrillas de Electricaribe son “retenidas” por los indignados usuarios para obligarlas a dejarles solucionado el problema.
A lo anterior se suma el ‘rosario’ de excusas por parte de la empresa: El Niño, La Niña, la sequía, el invierno, la contaminación de las redes, las brisitas, los árboles caídos sobre las redes, las ‘fallas ecológicas’, etc.
Sin embargo, las mismas excusas conducen a dos conclusiones:
-Falta de lavado de las redes para prevenir la sulfatación de las mismas.
-Falta de ramajeo en sectores críticos para prevenir la caída de árboles sobre las redes.
Lo que está demostrado es que Electricaribe le aplica a los usuarios ‘la ley del embudo’ puesto que no actúa con la misma rapidez para atender los daños como cuando sus cuadrillas proceden a suspender el servicio porque el cliente se atrasa por lo menos por día en el pago.
Y más grave resulta el hecho de que la facturación, antes de disminuir por las horas de servicio dejadas de prestar, por el contrario cada vez aumenta más.
Recientemente, las protestas se han mantenido en el orden del día y más por los daños causados por el vendaval.
Si bien la Gerente Betty Yadira García Jiménez aseguró que a nivel d circuitos la situación estaba normalizada, lo cierto es que muchos casos puntuales siguen sin ser atendidos.
Esto ha causado, dos y tres días después del fenómeno natural, la enérgica reacción desde diferentes sectores: Centro, El Limoncito, Paraíso, Villa Carolina, Bello Horizonte, Olaya, Los Nogales, Los Robles, Cevillar, Carlos Meisel, La Manga, Carrizal, El Edén, Las Estrellas, San José, Siete de Abril, Villa del Rosario, Las Flores y Boston (en Barranquilla), así como Villa Esther (Malambo), entre muchos otros.
Como consecuencia directa, también ha quedado interrumpido el servicio de Transmetro.
Estos “daños menores”, como los califica la empresa, son los que, en la práctica, reflejan la mayor prolongación de los apagones: 2 y 3 días sin servicio de energía, lo que obviamente ocasiona la indignación ciudadana.
Caso típico de ello fue lo ocurrido en el barrio Los Nogales, donde los usuarios, desesperados por estar varios días sin servicio, decidieron cerrarle el paso a una cuadrilla de contratistas, para que les fuese solucionado el problema.
En la noche del miércoles sucedió el bloqueo de la carrera 46 con calle 55, por las mismas razones. Y así por el estilo.
Para los usuarios, el problema no es el de “tener paciencia y tolerancia” como lo pide la empresa. Sencillamente, se trata de una recurrente situación para la cual no se vislumbra solución.
Además, las oscilaciones de voltaje han causado daños en electrodomésticos, con el consiguiente perjuicio para los usuarios residenciales. Y en el sector comercial, las mayores pérdidas las registran los tenderos.
Entonces: ¿Paciencia y tolerancia a largo plazo? Indudablemente, mientras los apagones continúen, las protestas también.